Los ataques DDoS representan una amenaza constante para empresas con operaciones digitales. Sin una protección contra DDoS adecuada, estos ataques pueden saturar servidores, interrumpir operaciones críticas y generar pérdidas financieras. Una defensa efectiva requiere soluciones avanzadas capaces de identificar patrones maliciosos y bloquearlos en tiempo real. Esto garantiza la continuidad de las actividades y, en general, la estabilidad del negocio.