La adopción de nuevas tecnologías comienza antes de la implementación. La verdadera preparación está en el equipo que deberá utilizarlas. Si se omite este paso, lo que debería generar mejoras puede convertirse en una barrera. Para lograr una transición efectiva se requiere comunicación clara y bidireccional. Un equipo informado entiende la decisión de incorporar la solución y anticipa su impacto en las tareas diarias, evitando que se perciba como una imposición. Esa preparación garantiza que las nuevas tecnologías se integren desde el inicio con menor resistencia y mayor alineación estratégica. En este artículo explicamos cómo estructurar este proceso de forma efectiva y sostenible.