La adopción de la facturación electrónica en Bolivia se ha convertido en una herramienta indispensable para empresas que buscan modernizar sus procesos administrativos y contables. Este sistema no sólo sigue una tendencia global, sino también a una serie de normativas fiscales que promueven su implementación. Este artículo explora sus ventajas y los desafíos de la facturación electrónica, ofreciendo una visión comprensiva de lo que implica esta transformación para las organizaciones del país.
La facturación electrónica es un sistema que permite la emisión, recepción y almacenamiento de facturas en formato digital, eliminando el uso de documentos en papel.
El objetivo principal es modernizar el sistema tributario, facilitar el cumplimiento de obligaciones fiscales y reducir la evasión de impuestos, permitiendo agilizar los procesos comerciales.
Este proceso no solo agiliza las transacciones comerciales, sino que también mejora la precisión y la eficiencia en la gestión contable y administrativa.
En Bolivia, la facturación electrónica está regulada por el Servicio de Impuestos Nacionales (SIN). Se establece obligatoriedad mediante la Resolución Normativa No.102100000011, aprobada el 11 de agosto de 2021, para su implementación progresiva.
Existen tres tipos de facturación en línea para diferentes contribuyentes:
Utilizada por empresas con un alto volumen de facturación. Se gestiona digitalmente mediante el SIN, solicitando un código de facturación diaria. El sistema verifica que la factura cumpla con todas las normativas y requisitos fiscales.
Una vez validada, la factura recibe un código único de autorización que la certifica como documento legalmente válido. Posteriormente, la factura se envía al cliente en formato digital, generalmente a través de correo electrónico.
"Aunque la adopción de la facturación electrónica puede encontrar resistencia inicial, su implementación a largo plazo promete mayor transparencia y control en las transacciones comerciales."
Este tipo es similar a la anterior, pero para empresas con menor volumen de facturación. El procedimiento es el mismo, pero no requiere firma digital, sino la huella digital.
Dirigida a pequeñas empresas con bajo volumen de facturación. Esta modalidad permite declarar las facturas manualmente, mediante suscripción al portal web del SIN. Este se encarga de autorizar las credenciales para su emisión. Es una opción sencilla para contribuyentes con recursos limitados.